viernes, 30 de octubre de 2020

EL ALMA NO DUERME


(Dan.12:2)
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.

LA ESCRITURA NO ENSEÑA QUE EL ALMA DUERMA.

Todas las escrituras usadas para enseñar que el alma duerme, claramente se refieren al cuerpo que es el que DUERME EN EL POLVO DE LA TIERRA hasta la resurrección (Dan.12:2, Jn.5:28-29).


El cuerpo es la única parte del hombre que muere en la muerte física (Stgo.2:26).
La razón por la que muere es porque el hombre interior, la vida del cuerpo, abandona al cuerpo. Es entonces cuando este vuelve al polvo, y se habla de él como que está dormido (Gen.3:19, Ecl.3:19-21, Mt.9:24, Jn.11:11,1ra de Cor.11:30, 15:6, 18, 20, 51, 1ra de Tes.4:13-17).


EXAMINACIÓN DE LAS ESCRITURAS USADAS PARA ENSEÑAR QUE EL ALMA
DUERME.

Todas las escrituras usadas por los que enseñan que el alma duerme en la muerte física, hacen referencia al cuerpo, no al alma ni al espíritu, como se puede ver por una examinación de los llamados "textos comprobadores".

1-) DORMIRÉ EN EL POLVO (Job.7:21, Sal.22:15, 146:4, Ecl.3:19-20, Dan.12:2).
Solo el cuerpo fue hecho de polvo, y será eso lo que retorne nuevamente al polvo (Gen.2:7, 3:19, Ecl.3:20).
El alma y el espíritu no están hechos de sustancias materiales como el cuerpo, así es que no retornarán al polvo.


LAS NATURALEZAS MATERIALES Y ESPIRITUALES DEL HOMBRE SON CLARAMENTE DISTINGUIDAS EN LAS ESCRITURAS.

A-) El alma y el espíritu no son polvo (Gen.2:7).

B+) El espíritu deja el cuerpo en la muerte (2da de Sam.12:19-23, 1ra de Rey 17:20-22, Job.14:10, Ecl.12:7, Luc.8:49-56, 16:22, 23:433, Hch.5:10, 2da de Cor.5:8, 12:3-4, Filp.1:21-24, Heb.12:23, Stgo.2:26, 2da de Ped.1:13-15, Ap.6:9-11).

C-) El alma y el espíritu están en el cuerpo del hombre, pero no son del material del cuerpo (Job.14:22, 32:8, Prov.20:27, Zac.12:1, 1ra de Cor.2:11, 7:34).

D-) El cuerpo puede ser matado, pero no el alma (Mt.10:28, Luc.12:5).

E-) El espíritu puede estar dispuesto, pero la carne no tiene poder de ejecutar (Mt.26:38-41).

F-) Ambos, la carne y el espíritu son para glorificar a Dios (1ra de Cor.6:20).

G-) Ambos, la carne y el espíritu pueden ser inmundos o santos (2da de Cor.7:1).


CONTINUAREMOS LA PRÓXIMA VEZ CON EL TEMA: "El alma no duerme", punto H, en la distinción entre el cuerpo, y el alma junto al espíritu, que son inmortales. 


Bendiciones, MARANATHA.

Traductor: Eugenio Calderin.

sábado, 3 de octubre de 2020

VIVIENDO EN EL DESIERTO

 

La comunión íntima de Jehovah es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto. (Salmo 25:14).

¿Realmente deseas intimar con Yeshúa?
Entonces dispongámonos a realizar una serie de viajes a un lugar realmente conocido por muy pocos, un lugar solitario, un lugar único, el lugar para las citas de amor con DIOS.
Mas él (Yeshúa) se apartaba a lugares desiertos, y oraba. (Lucas 5:16).
Este Lugar es el DESIERTO.
EL DESIERTO ES EL LUGAR DE DIOS DE ENAMORAMIENTO PARA CONOCERLE (aprendiendo a escuchar su voz), INTIMAR CON ÉL APRENDIENDO A VIVIR EN LO SUYO, LO SOBRENATURAL Pero luego volveré a conquistarla.
La llevaré al desierto y allí le hablaré tiernamente. Le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de la Aflicción* en una puerta de esperanza.
Allí se me entregará como lo hizo hace mucho tiempo cuando era joven, cuando la liberé de su esclavitud en Egipto.
Al llegar ese día —dice el SEÑOR—, me llamarás “esposo mío” en vez de “mi señor”* .
Oh Israel, yo borraré los muchos nombres de Baal de tus labios y nunca más los mencionarás.
En ese día haré un pacto con todos los animales salvajes, las aves de los cielos y los animales que corren sobre la tierra, para que no te hagan daño.
Quitaré de la tierra todas las armas de guerra, todas las espadas y todos los arcos, para que puedas vivir sin temor, en paz y seguridad.
Te haré mi esposa para siempre, mostrándote rectitud y justicia, amor inagotable y compasión. Te seré fiel y te haré mía y por fin me conocerás como el SEÑOR.
»En ese día, yo responderé —dice el SEÑOR—. Le responderé al cielo cuando clame por nubes, y el cielo contestará a la tierra con lluvia.
Entonces la tierra responderá a los clamores sedientos del grano, de las vides y de los olivos.
Y ellos a su vez responderán: “Jezreel” que significa “¡Dios siembra!”
En ese tiempo yo sembraré una cosecha de israelitas y los haré crecer para mí.
Demostraré amor a los que antes llamé “no amados”. Y a los que llamé “no son mi pueblo”, yo diré:
Ahora son mi pueblo”. Y ellos responderán:
¡Tú eres nuestro Dios!”». (Oseas 2:14-23).
El desierto es el lugar que DIOS utiliza para conquistar y seducir a su esposa. Es lugar donde DIOS se manifiesta a los verdaderamente suyos, son justamente esos momentos duros o ”crisis”, las que son aprovechadas por DIOS para que experimentemos un encuentro con ÉL.
Ventajas (todas): Lo sobrenatural. DIOS es columna de fuego en la noche y nube en el día.
DIOS envía la provisión: el alimento (maná y carne). DIOS habla durante toda la estadía, y enseña con su propia voz y dedos Su ley. DIOS nos aparta de lo que no nos conviene, lo hace morir. DIOS provee el calzado y ÉL mismo es el guía del camino. DIOS deshace los ídolos y todo lo que no es ÉL para ser el ESPOSO. Como DIOS habla, entonces se aprende a conocer Su única y legítima Voz. DIOS tiene especial cuidado de nosotros. Se aprende a temer a DIOS, Su pacto es Revelado.
Entonces, así las cosas, Bienvenido(a) al desierto.


jueves, 3 de septiembre de 2020

LA SANGRE

   Precioso el Señor en su valor por amor a nosotros dando Su Vida, Su Sangre, Su Espíritu, por nosotros, y es que no tenía otra solución para salvarnos de la existencia en la soledad, aislados de disfrutar una relación con Él, porque el hombre había elegido vivir sin el Esposo de su alma, Amigo, Creador y Padre.

La reflexión viene cuando hay que explicar por qué no había otro recurso para el mismo Dios que venir a nuestro sistema, y entrar en un cuerpo terrenal, si Él es el que establece las leyes de la creación.
Pues bien, acudiremos a dos fuentes de información: la Biblia y la ciencia. La ciencia nos explica que la sangre es el componente vital y esencial para la vida, que transporta oxígeno, minerales, proteínas, grasas, vitaminas, etc, para que todos los miembros del cuerpo desarrollen sus funciones, y vivamos. Sin este líquido estamos muertos. La Biblia dice: ...Pero carne con su vida, que es su sangre... Génesis 9:4 y ...Porque la vida de la carne en la sangre está... Levítico 17:11. La vida de la carne está en la sangre física, pero la vida de la carne para resurrección eterna está en la Sangre de Cristo física, como expiación, pero en el Espíritu Santo, que es la Sangre Espiritual, y la Vida eterna de nuestras almas. Este es el simbolismo espiritual de la Sangre de Cristo con el Espíritu Santo: La Vida.

Cuando Jesucristo derrama Su Sangre por nosotros, está, no solo cumpliendo la expiación del lavamiento de los pecados y la profecía, no solo está haciendo que se cumpla la Ley de Dios, es más que esto; veamos a Cristo antes de la Ley del monte Sinaí, dice La Escritura que Él fue inmolado desde el principio del mundo, (Apocalipsis 13:8.) Jesucristo es Dios y hombre al mismo tiempo mientras está en la Tierra, pero al morir en la cruz está muriendo la carne, pero al mismo tiempo en la dimensión que no vemos, en la espiritual, Jesucristo está dando Su Vida-Sangre Espiritual; me explico: el cuerpo carnal tiene la sangre que corre por las venas, pero el cuerpo espiritual tiene al Espíritu que corre por el alma. Cristo derrama el Espíritu Santo para que corra por nuestras almas, secas y muertas, donde nuestro espíritu, al creer en Él, es hecho uno con el Espíritu Santo y se nos da una nueva vida, la vida eterna. Podrán comprender que esta vida se empieza a vivir desde el mismo momento en que se Le recibe como Salvador y Proveedor de la Vida.

La Sangre de Cristo, o la nuestra, no es una persona, pero el Espíritu Santo sí lo Es, y ésta es la diferenciación que no debemos perder, porque el Espíritu Santo es nuestro consolador, guía, amigo, nos lleva a toda verdad, se le puede ofender, y la blasfemia contra Él no tiene perdón. Es el mismo Dios en Su esencia, porque dice: ...Dios es Espíritu... Evangelio según San Juan 4:24.
Jesucristo ha vencido a la muerte espiritual, Satanás ya no tiene potestad sobre un cuerpo espiritual donde gobierna la Vida: ...Yo soy la Verdad y la Vida... dice Cristo en el Evangelio. Me imagino que ahora se puede comprender la existencia de la resurrección, se puede comprender la unidad de las hasta ahora llamadas "tres personas de La Trinidad" mejor diríamos tres facetas de Dios, es La Misma Persona, aunque nos sea difícil comprender el cuerpo espiritual que es omnipresente, a diferencia del carnal que no concebimos por separado, la sangre, el cuerpo, y la mente, que deben estar unidos. En el cuerpo espiritual no debemos tampoco separar al Padre del Hijo y del Espíritu Santo, que en cada faceta desempeñada es la misma persona de Dios, porque Dios que son Uno.

La Santa Cena ahora cobra el sentido de celebración y de alegría que debe tener entre los que son cuerpo de Cristo por Su Sangre, por Su Espíritu. Es en La Santa Cena cuando estamos anunciando que tenemos la Vida de Dios en nuestras almas, que Cristo ha vencido a Satanás en nosotros y que por lo tanto, nuestra alma es de Dios. Él puede hacer que nuestra carne sea también de Dios mientras estamos en el mundo, por la oración al Espíritu Santo, para que fluya Él en nosotros, en nuestras almas.

Monte Calvario en la Tierra, al mismo tiempo Monte Calvario espiritual en el Cielo o dimensión espiritual. En la Tierra se derrama la Sangre de Cristo, en el Cielo, la dimensión eterna, se derrama y se llena del Espíritu, es en esta región espiritual y eterna, que contiene a la temporal, donde Dios tiene la victoria y donde Cristo recupera para nosotros la situación que teníamos con Él en Edén.

Que la Sangre de Cristo sea vuestro vestido y vuestra unción ya que fluye por vuestras almas, por las venas o cavidades espirituales, en vosotros que sois el templo del Espíritu Dios.
En 1 Juan 3:16 y 17 se nos invita a poner nuestras vidas por los hermanos, y queda claro que el sentido no es el de sangre, (que serviría para prolongar la vida terrenal un poco más de tiempo, si no transmitimos nuestras propias enfermedades, aunque a veces hay que correr el riesgo para salvar una vida temporal), pero centrémonos en el asunto que nos ocupa, poner nuestras vidas, significa poner nuestro espíritu, nuestra alma, mente y nuestra vida para que al pensar en los demás hermanos que viven en la lucha de Dios, como nosotros, de difundir el evangelio, podamos orar, y ofrecernos a nosotros mismos para compartir esa carga del yugo de Jesús que entre todos llevamos con Él y por supuesto estar ahí cuando te necesitan, y ayudar en las cosas de esta vida, ...si no cómo morará el amor de Dios en nosotros...

Es pues la Sangre de Cristo la que nos limpia de pecado, (de nuestra vida sin Él), y es pues la Sangre de Cristo también simbólicamente el Espíritu Santo, la nueva Vida, Sangre, de nuestra alma, y hace que nuestra alma cambie para que le amemos a Él, y compartamos con Él nuestra vida. Que Dios viene a hacer morada en nosotros porque Él nos hace uno con Jesucristo, como Él es uno: El Padre, El Verbo y Su Espíritu Santo, y estos tres son Uno en tres diferentes formas de actuar; Yahshuah.

...La vida es el espíritu y el Espíritu es la Verdad. ...Porque tres son los que dan testimonio en el cielo; el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua, y la sangre, y estos tres concuerdan... Cuando se siente el Espíritu llenar tu alma como si corriera por tus venas y llenara tu mente y sientes que Él en ti y tu en Él os fundís en uno, entonces toma sentido la obra de Jesús, el Cristo, el que escribe sus leyes en nuestras mentes y en nuestros corazones, leyes espirituales y eternas, tal como Él mismo nos dijo en el Evangelio. Esta es la esencia del Evangelio.

Que el Señor de Gloria os bendiga muy grandemente. Con ósculo santo.
Romanos 8:16
1 Corintios 6:19
Hebreos 9
1 Juan 5:6 en adelante.


lunes, 9 de marzo de 2020

EL ESPÍRITU SANTO

Este tema, tan provocativo y desafiante, es fundamental, no porque sea de mi preferencia personal, sino a causa de que nos involucra a todos. Todo verdadero hijo de Dios anhela que el Señor lo guíe y dirija: “Oh Señor, enséñame lo que debo hacer, qué decisión es la correcta.” Este, sin duda, es un buen deseo, ya que Dios tiene un plan para tu vida que quiere mostrarte. La Biblia testifica de esto, por ejemplo, en Salmos 32:8: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos”.

Pero algunos quedan atrás, decepcionados por no poder experimentar la guía de la cual otros hermanos testifican. Incluso pueden surgir sentimientos de incertidumbre y desconfianza en la capacidad de reconocer el plan  de Dios en sus vidas. A causa de esto, empiezan a buscar de forma desesperada la fórmula para experimentar también esta extraordinaria guía, sin embargo, la situación no mejora. ¿Qué es lo que no funciona? La razón suele ser con frecuencia el concepto no bíblico que tenemos acerca de la guía de Dios. Cuando el Señor se nos manifiesta, cuando nos muestra algo, guiándonos e instruyéndonos, ¡siempre lo hace por medio del Espíritu Santo!

Como leímos en Romanos 8:14: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”.El capítulo 8 de Romanos menciona al Espíritu Santo unas veinte veces. Ningún otro libro de la Biblia hace tanta mención al respecto, lo que demuestra la gran obra del Espíritu Santo en los creyentes. Si la carta a los Romanos es la cima de la enseñanza del Nuevo Testamento, entonces el capítulo 8 representa el pico más alto del “monte Everest de la enseñanza bíblica”.

Este es el capítulo principal a la hora de hablar de seguridad, certidumbre y confianza. En su primer versículo, toda condenación es quitada de en medio, y en el último, nada nos separa del amor de Cristo. El Espíritu Santo juega un rol importante en todo esto.

Los versículos 2 y 3 muestran la obra del Espíritu Santo en la liberación de la ley del pecado y de la muerte.
El versículo 4 revela que el Espíritu Santo es quien cumple en nosotros la ley de Dios.
Los versículos 5 al 11 indican la forma en que el Espíritu Santo cambia y transforma nuestra naturaleza.
Los versículos 12 y 13 explican que Él nos da las fuerzas para vencer los deseos de la carne –con la carne se refiere a la naturaleza egoísta y obstinada del ser humano–.
Los versículos 14 al 16 señalan que el Espíritu Santo nos guía y que es por medio de él que Dios nos adopta y nos da libre entrada a su presencia.
Los versículos 17 al 30 nos muestran el glorioso futuro que nos espera y con cuánto celo trabaja el Espíritu Santo a nuestro favor.
Por último, los versículos 31 al 39 contienen las más fuertes expresiones acerca de nuestra absoluta certeza y seguridad en Cristo.

¿No es maravilloso?
Entonces, cuando en la cúspide de este capítulo dice: “Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”, deberíamos saber:
– Quién es el Espíritu Santo.
– A quién guía el Espíritu Santo.
– Cómo guía el Espíritu Santo.

Si no tomamos esto en cuenta, incluso los cristianos más sinceros corren el peligro de ser guiados por un falso espíritu, por un engañoso ángel de luz (2 Corintios 11:14); sí, aun por el propio Satanás.
Por esta razón, comencemos antes que nada a contestar a la pregunta…

martes, 8 de octubre de 2019

EL ÚNICO CAMINO Y MEDIADOR HACIA EL PADRE...

¡Qué desgraciados son los que llaman dioses a cosas hechas por los hombres, a objetos de oro y plata, artísticamente trabajados, a una piedra o palo sin valor, tallada hace mucho por un escultor, pues ponen su esperanza en cosas muertas! Sabiduría 13:10; Sabiduría 13:11-19. (Versión Popular Católica).
Yahshúa (Jesús) dijo: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie viene a mi Padre, sino solo por medio de Mí. Juan 14:6. (Biblia Peshitta).
Porque Dios es uno y hay un solo Mediador entre YAHWEH (Dios) y los hombres: Jesucristo Hombre. 1° Timoteo 2:5. (Biblia Peshitta).
Amigo, Jesús es el único Camino a la Vida eterna, no hay otro mediador en que podamos ser salvos, Él es el único que puede llenar el vacío de tu corazón, acéptalo a Él como tu único Señor y Salvador, el te perdonará y te limpiará de todo pecado. Ven a Él. 1° Juan 1:8-9.


jueves, 29 de agosto de 2019

LA DEIDAD DEL HIJO, YAHSHÚA:


[Parte I]

Yahshúa (Jesús) afirmó que Él era DIOS, y se condujo durante su vida conforme a esa declaración.
Su unidad con el Padre, su poder Creador, su atributo perdonador de pecados, la aceptación de adoración a su Persona, su Eternidad, su Omnisciencia. Todo en Él manifiesta su Deidad.
La Escritura afirma explícitamente que Yahshúa (Jesús) es DIOS:

Tomás, en respuesta, le dijo: ¡Señor mío y DIOS mío! (Jn. 20:28).

Y los patriarcas, y por medio de quienes apareció Yahshúa en la carne, que es DIOS sobre todas las cosas, a quien son nuestras alabanzas y nuestras bendiciones eternamente y para siempre. Amén (Ro. 9:5).

Haya en ustedes este modo de pensar que también hubo en Yahshúa (Jesús), quien siendo a la imagen de YAHWEH no consideró el aferrarse a ella, siendo que es igual a DIOS (Fil. 2:5-6).

Para que el nombre de nuestro Adón (Señor) Yahshúa sea glorificado entre ustedes, y también ustedes con Él, según la gracia de nuestro YHWH y SEÑOR nuestro Yahshúa (2ª Ts. 1:12).

A la expectativa de la esperanza bendita y la manifestación gloriosa del gran Elohim y Salvador nuestro, Yahshúa (Tit. 2:13).

Mientras que del Hijo dice: Tu trono, oh DIOS, es eterno; cetro
de equidad es el cetro de Tu reino (He. 1:8).